miércoles, 17 de septiembre de 2008

Misión cumplida.

Estos días han sido muy intensos, he pasado noches casi sin dormir o acostándome tardísimo, durante el día he ido a contra reloj y mi máquina de coser y yo hemos sido inseparables. Menos mal que he contado con la ayuda incondicional de mi Tia Diama que siempre que la necesito me hecha una mano o las dos en este caso. Puedo decir que estoy satisfecha con los resultados y cuando esta mañana se han llevado el paquete he sentido una punzadita en el estomago, no se si os ha pasado en alguna ocasión que el desprenderte de las obras que creas con tus manos te invade una pequeña tristeza porque sabes que no las volverás a ver.